23 dic 2011

Gerd Gigerenzer: La intuición no es irracional

"Le cœur a ses raisons que la raison ne connaît pas". 
Blaise Pascal, Pensées
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La intuición no es irracional
(Gerd Gigerenzer, Redes 4, TVE)
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Los científicos están comenzando a demostrar que la intuición puede ser más efectiva que los modelos de elección racional. Ante cualquier decisión, se consideraba que lo más acertado era elaborar listas con los pros y los contras para tomar la mejor elección. Ahora, sabemos que las decisiones instintivas son eficaces. A veces mucho más que una elección racional.
Gerd Gigerenzer, autor del libro “Decisiones instintivas” y director del Centro para la Conducta Adaptativa y la Cognición del Instituto Max Plank, ha sido pionero en atribuir al inconsciente y a la intuición un papel esencial en la toma de decisiones. Según le explica a Eduard Punset, en sus experimentos sociales, Gigerenzer ha analizado la intuición y ha descubierto que tomamos mejores decisiones si tenemos en cuenta una buena razón que si tenemos en cuenta diez. Como casi todo, el motivo de ello es evolutivo. El proceso de elección se basa en una serie de reglas generales que nuestro cerebro ha ido aprendiendo a lo largo de miles de años. Esas reglas forman parte de una especie de libro de instrucciones al que recurrimos ante cada situación y en el que hallamos respuestas rápidas y precisas. Esto es lo que se llama “regla general” o “heurística. Una heurística ignora información, y esto es lo que acelera la toma de decisión en la situación adecuada. En nuestra vida cotidiana, a menudo nos regimos más por reglas generales que por lo que solía llamarse racional.
Girerenzer ha concentrado sus investigaciones en las heurísticas de reconocimiento, es decir: "escoge lo que conozcas". Algunos experimentos simples, resultan bastante ilustrativos. Se planteó a distintos grupos la siguiente interrogante: ¿qué ciudad tiene más habitantes, Detroit o Milwaukee?. Un primer grupo fueron estadounidenses, y en los resultados hubo división de opiniones: el 60 % se inclinó por Detroit (que es la respuesta correcta), pero el resto optó por Milwaukee. Luego se planteó la misma interrogante a alemanes, que sabían poco sobre Detroit, y la mayoría ni siquiera había oído hablar de Milwaukee. Lo sorprendente es que prácticamente todos acertaron, más del 90%. Pero entonces ¿Cómo es posible que las personas con menos información realicen sistemáticamente mejores inferencias que las que saben más cosas? Aquí se aplicó una Regla General muy sencilla; la "heurística de reconocimiento" . Los alemanes habían oído hablar de Detroit, pero no de Milwaukee: ése es el motivo. La ignorancia parcial puede ser útil, y siempre sucede así cuando, en el mundo real, el reconocimiento del nombre está correlacionado con lo que se quiere saber. 
Sobre esta base, Daniel Goldstein y Gerd Gigerenzer teorizaron que los estudiantes podrían lograr tal alta exactitud en las ciudades extranjeras si confiaron en las condiciones heurísticas y particulares, a partir de la validez de los datos recibido. Postularon entonces que el heurístico es un tipo específico estrategia para la inferencia sobre un dominio dado. 
(Cfr. Goldstein, D. G., & Gigerenzer, G. (1999). The recognition heuristic: How ignorance makes us smart. In: G. Gigerenzer, & P. M. Todd, (Eds.).Simple heuristics that make us smart. Oxford: Oxford University Press, Goldstein, D. G., & Gigerenzer, G. (2002). Models of ecological rationality: The recognition heuristic. Psychological Review, 109, 75-90).
Esto es aplicable a los equipos de fútbol: hemos hecho estudios en los que personas muy ignorantes han hecho predicciones sobre los resultados de campeonatos mundiales, o campeonatos europeos, y sistemáticamente sus predicciones son igual de buenas que las de los expertos, y a veces mejores, porque disponen de conocimiento parcial y, por tanto, pueden basarse en estas reglas generales tan sencillas y poderosas.
En su obra: "Decisiones instintivas", desarrolla la temática de “heurística del reconocimiento”, que es un principio básico y sencillo, pero con un amplio rango de poder explicativo sobre el denominado como comportamiento irracional de la gente. Esencialmente este principio establece que: Si una de las opciones parece correcta, es se escoge como correcta. Es decir, de manera general: "Si uno de dos o más objetos, se reconoce y no el el otro o los otros, se infiere (abduce) de ello, que el objeto reconocido tiene un valor más alto de ser la opción correcta con respecto al otro u otros". Bajo este principio, es posible dar cuenta experimentalmente de cientos de comportamientos diarios propios y ajenos que se basan en ello: conducir hasta casa, preparar la cena, hacer la compra, etc., cualquier comportamiento teóricamente complejo acaba siendo algo con un enorme componente de “heurística del reconocimiento”. Gerd Gigerenzer detalla decenas de experimentos y discute los resultados para apoyar su postulado. 
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