Experiencia, memoria, felicidad
Utilizando ejemplos que van desde unas vacaciones a colonoscopias, el premio Nobel y fundador de la economía conductual: Daniel Kahneman, revela cómo nuestro "yo que tiene experiencias" y nuestro "yo que recuerda", perciben la felicidad de manera diferente. Desde un enfoque psico-cognitivo ha abordado la cuestión de las decisiones humanas, y procesos se encuentran involucrados en la toma de una decisión de un sujeto y han enfrentado la tradición que consideraba el asunto dentro del ámbito de la racionalidad tan solo. Los agentes involucrados toman decisiones, pero no necesariamente estas son racionales, pues aparecen involucrados otros factores de mayor peso. Con el objetivo de dar cuenta de ello, ha vuelto los ojos Cálculo utilitario o Cálculo hedonista de Jeremy Bentham (1748-1832), quien creía que la búsqueda del placer y el rechazo del dolor es la causa subyacente de todo lo que hacen los humanos, y que lo bueno es aquello que maximiza el placer y lo malo es lo que maximiza el dolor(Ver: Utility theory from Jeremy Bentham to Daniel Kahneman). Kahneman ha asumido los postulados del utilitarismo de Bentham, al punto que su teoría de las decisiones por agentes no-racionales, lo ha llevado a postular una demarcación cognitiva entre cuáles experiencias son más placenteras o cuáles son más desagradables. Esto también le permite ser optimista con respecto a que se podría crear una medida científica del bienestar (- y que sin percatarse explícitamente, ha retornando a los postulados del "marginalismo" de la primera mitad del siglo XIX, tales como las leyes sobre las utilidades marginales de Hermann Heinrich Gossen (1810-1858-).
Según Kahneman, la utilidad según la experiencia, puede diferir de la utilidad por decisión, y esto debe ser probado por medio de estudio empíricos sobre la cuestión de la "monotonía temporal", cómo multiplicar el dolor instantáneo por el tiempo de duración del sufrimiento, para alcanzar la suma total del dolor experimentado.
En este sentdio se ha concentrado a investigar también el efecto del dinero en la felicidad, y ha planteado que las personas con alto ingreso relativo, pese a sentirse más satisfechas, son apenas más felices que las de ingresos muy inferiores en un momento dado, por lo que habría que revisar el antiguo mito de que el dinero compra la felicidad, así como el mito contrario de que la riqueza no importa. En estudios comparativos de países, observó que el grado de corrupción y el de confianza en la sociedad son importantes indicadores del bienestar. “La corrupción es una medida de la confianza en la sociedad, y resulta que la confianza debe ser fundamental para el bienestar”. A los países con muy baja confianza en la sociedad les cuesta mucho prosperar económicamente: Se requiere cierto grado de confianza para ponerse en marcha. “Pero aun en el mundo occidental, donde el PIB es más o menos constante, se advierte el gran efecto de la confianza, y por eso Europa del norte siempre surge como el mejor lugar del mundo desde el punto de vista del bienestar”. ¿Se aplica esto a los países en desarrollo? “Si hay una forma de fomentar la confianza en la sociedad, sobre todo en las instituciones, ello contribuirá al PIB a través del estado de Derecho, el respeto por la propiedad, etc. constituirá un aporte adicional al bienestar humano porque las sociedades más felices son aquellas donde las personas tienen confianza mutua y dedican buena parte del tiempo a satisfacer las necesidades sociales”.
Utilizando ejemplos que van desde unas vacaciones a colonoscopias, el premio Nobel y fundador de la economía conductual: Daniel Kahneman, revela cómo nuestro "yo que tiene experiencias" y nuestro "yo que recuerda", perciben la felicidad de manera diferente. Desde un enfoque psico-cognitivo ha abordado la cuestión de las decisiones humanas, y procesos se encuentran involucrados en la toma de una decisión de un sujeto y han enfrentado la tradición que consideraba el asunto dentro del ámbito de la racionalidad tan solo. Los agentes involucrados toman decisiones, pero no necesariamente estas son racionales, pues aparecen involucrados otros factores de mayor peso. Con el objetivo de dar cuenta de ello, ha vuelto los ojos Cálculo utilitario o Cálculo hedonista de Jeremy Bentham (1748-1832), quien creía que la búsqueda del placer y el rechazo del dolor es la causa subyacente de todo lo que hacen los humanos, y que lo bueno es aquello que maximiza el placer y lo malo es lo que maximiza el dolor(Ver: Utility theory from Jeremy Bentham to Daniel Kahneman). Kahneman ha asumido los postulados del utilitarismo de Bentham, al punto que su teoría de las decisiones por agentes no-racionales, lo ha llevado a postular una demarcación cognitiva entre cuáles experiencias son más placenteras o cuáles son más desagradables. Esto también le permite ser optimista con respecto a que se podría crear una medida científica del bienestar (- y que sin percatarse explícitamente, ha retornando a los postulados del "marginalismo" de la primera mitad del siglo XIX, tales como las leyes sobre las utilidades marginales de Hermann Heinrich Gossen (1810-1858-).
Según Kahneman, la utilidad según la experiencia, puede diferir de la utilidad por decisión, y esto debe ser probado por medio de estudio empíricos sobre la cuestión de la "monotonía temporal", cómo multiplicar el dolor instantáneo por el tiempo de duración del sufrimiento, para alcanzar la suma total del dolor experimentado.
En este sentdio se ha concentrado a investigar también el efecto del dinero en la felicidad, y ha planteado que las personas con alto ingreso relativo, pese a sentirse más satisfechas, son apenas más felices que las de ingresos muy inferiores en un momento dado, por lo que habría que revisar el antiguo mito de que el dinero compra la felicidad, así como el mito contrario de que la riqueza no importa. En estudios comparativos de países, observó que el grado de corrupción y el de confianza en la sociedad son importantes indicadores del bienestar. “La corrupción es una medida de la confianza en la sociedad, y resulta que la confianza debe ser fundamental para el bienestar”. A los países con muy baja confianza en la sociedad les cuesta mucho prosperar económicamente: Se requiere cierto grado de confianza para ponerse en marcha. “Pero aun en el mundo occidental, donde el PIB es más o menos constante, se advierte el gran efecto de la confianza, y por eso Europa del norte siempre surge como el mejor lugar del mundo desde el punto de vista del bienestar”. ¿Se aplica esto a los países en desarrollo? “Si hay una forma de fomentar la confianza en la sociedad, sobre todo en las instituciones, ello contribuirá al PIB a través del estado de Derecho, el respeto por la propiedad, etc. constituirá un aporte adicional al bienestar humano porque las sociedades más felices son aquellas donde las personas tienen confianza mutua y dedican buena parte del tiempo a satisfacer las necesidades sociales”.
Economía conductual
Los resultados de las investigaciones de Kahneman, así como sus propuestas derivadas, han sido aplicadas a los modelos de economía neoclásica; también lo referente a la toma de decisiones en torno a las políticas públicas, extrapolándose a su vez para dar cuenta de la conciencia individual.
La contribución de Kahneman, que ha sido recibida con aplausos por una parte y con críticas por otra, dentro de los más conspicuos exponentes de la económica neoclásica. A pesar de las críticas provenientes de los sustentadores de la Teoría de la decisión racional (-donde la racionalidad, en sentido de un utilitarismo egoísta (presupuesto antropológico), es entendida como maximización de la utilidad-) y del Objetivismo monetarista imperante (-el valor objetivo de las mercancías está dado por el equilibrio óptimo entre la oferta y la demanda, en un contexto de un mercado no regulado o libre mercado y con consumidores racionales (homo economicus) que buscarán maximizar sus ganancias o utilidades-); para el año 2002 le otorgaron el Premio Nóbel de la Economía (Ver: D. Kahneman & V. Smith-Foundations of Behavioral and Experimental Economics, 2002, Economy Nobel-Prize), convirtiendo sus propuestas en una reformulación de las teorías económicas dominantes desde una perspectiva cognitiva. No obstante, a partir del 2008 estas y otras propuestas de la tradición neoclásica, se encuentran en un punto crítico y sin soluciones teóricas plausibles, capaces de dar cuenta de manera integral y cabal, cómo solventar los efectos catastróficos producto de la monumental la crisis económica, generada en el contexto de grandes banqueros, financistas y economistas, y que han llevado a las principales economías del mundo, a la más grande recesión desde la Gran Depresión de los años 30´s del siglo XX.
"Los economistas han sufrido un colapso en la credibilidad, a partir del inicio de la crisis financiera mundial. La confianza en la eficiencia de los mercados y en su "mano invisible" ha sido refutada por los acontecimientos recientes. Ante tales hechos, "la economía del comportamiento", que ha hecho hincapié en que los seres humanos son fundamentalmente actores irracionales, es reconsiderada. Se ha dado una ceguera colectiva ante el riesgo; se tomáron decisiones más por capricho, se consume compulsivamente ahora a crédito, para pagar sobre las eventuales ganancias futuras. La falibilidad humana parece encontrar una explicación adecuada para una crisis insondable. Así es como - después de años de ser considerado como un subcampo pintoresco - la economía del comportamiento ha comenzado a ser cosiderada, como una posibilidad dar cuenta de las decisiones tomadas por los agentes ante el catastrófico derrumbre de los mercados. " (1)
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How Greenspan's Framework Went Awry
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Alan Greenspan, ex Presidente de la Reserva Federal de EEUU (FED), admitió abiertamente ante el interrogatorio del Comité del Congreso, que él había confiado demasiado en el poder de autocorrección del mercado libre. Al respecto Daniel Kahneman afirmó: “En esencia dijo que el marco que habíamos utilizado era falso, lo que viniendo de él fue impactante”, asimismo expresó sobre Greenspan, que a pesar de lo sucedido: “Parecía desoír no solo a la psicología sino también a la economía. Parecía creer que el mercado tenía un poder mágico para autodisciplinarse y arrojar buenos resultados”. Consecuentemente, Kahneman dio cuenta de la crisis hipotecaria de la siguiente manera: “Quienes adquirieron hipotecas de alto riesgo se engañaron por completo...Una de las principales ideas que la economía del comportamiento toma de la psicología es el predominio del exceso de confianza. La gente hace cosas que no debería porque cree que va a tener éxito”. Kahneman ha denominado esto como: “optimismo delirante”, pero lo justifica como el "motor del capitalismo".Kahneman extrae varias conclusiones de la crisis actual:
- Hay que proteger más a los consumidores e inversionistas individuales. “Siempre se debatió si se debía proteger a las personas de sus propias decisiones, y en qué medida”, sostiene. “Pero creo que ahora se ha hecho muy, muy difícil decir que la gente no requiere protección”.
- La falla del mercado tiene consecuencias mucho más amplias. “Curiosamente, resulta que cuando las personas desinformadas pierden dinero, la economía mundial se descalabra, o sea que las acciones irracionales de las personas tienen efectos mucho más amplios si se combinan con la racionalidad de agentes corruptos del sistema financiero y con una regulación y supervisión demasiado laxas”.
- Los pronósticos tienen limitaciones. “La volatilidad tremenda del mercado de valores y el sistema financiero nos habla del grado de incertidumbre del sistema y la limitación de los pronósticos”.
Cooperación con Amos Tversky
Debe reconocerse además, que junto con Daniel Kahneman, estuvo como compañero de investigaciones: Amos Tversky, y fueron quienes desarrollaron la denominada teoría de la prospectividad (prospect theory), según la cual los individuos toman decisiones, en entornos de incertidumbre, que se apartan de los principios básicos de la probabilidad (Daniel Kahneman & Amos-Tversky -Prospect theory an analysis of decision under risk(1979)). A este tipo de decisiones lo denominaron atajos heurísticos. La teoría de la prospectividad pretende describir cómo las personas toman sus decisiones en situaciones donde tienen que decidir entre alternativas que involucran riesgo, v.g. decisiones financieras. Partiendo de algunas evidencias empíricas, la teoría pretende describir cómo los individuos evalúan las potenciales pérdidas y ganancias. La teoría de la prospección hipotetiza que los seres humanos toman decisiones guiados por "sesgos cognitivos", que los hacen aborrecer la pérdida de manera cuasi-compulsiva. Pueden estar no estar dispuestos a renunciar a una cantidad de dinero, una comodidad o un privilegio, por una potencial ganancia equivalente: "las pérdidas son percibidas siempre como mayores que las ganancias". En realidad es una reformulación del planteamiento de Bernoulli: la gente evita apuestas razonables, no porque tenga "aversión al riesgo", sino porque tiene "aversion a las pérdidas". La perspectiva de una ganancia potencial no justifica el dolor de la pérdida. Un de los muchos casos es el siguiente: en los comercios, cuando se hace una carga extra por el uso de tarjetas de crédito, se consideró pertinente llamar a esto como "descuento por pago en efectivo", en lugar de "cargo por uso de tarjeta de crédito". La gente acepta con mayor facilidad no ganar un descuento que efectuar un pago exista (sufrir una pérdida). Esto lo han explicado como la cuestión del enfoque ( Daniel Kahneman - Maps Of Bounded Rationality(2002)).
Esta fue la base de la disciplina denominada como: "Economía conductal", y que siguiendo la misma tradición de los enfoques teóricos neoclásicos, ha pasado a utilizar la instrumentación neurotomográfica, para focalizar neuroanatómicamente y neurofisilógicamente, las regiones encefálicas, que podrían ser asociadas con la toma de decisiones en contextos de riesgo e incertidumbre. Esto es lo que se ha denominado como: "Neuroeconomía".
Alcances, limitaciones y críticas
No obstante, más allá de sus alcances plausibles, se le han señalado ceñeras limitaciones a las propuestas de Kahneman. Las críticas han sido de tanto de tipo endógeno y como exógeno, a sus teorías. Las críticas endógenas se orientan a que la manera en que describe los denominados como: "sesgos cognitivos", y que representan constricciones sobre las capacidades inferenciales humanas, especialmente sobre aquellas de tipo deductivo. De esto se derivó su equivalencia entre los procedimientos heurísticos, con procesos no-racionales, propios de una intuición confusa y distorsionada y como antitética a la racionalidad. Al respecto, G- Gigerenzer (On narrow norms and vague heuristics-a reply to Kahneman and Tversky(1996)) ha observado este tipo de "intuiciones" no son contrarias a las inferencias racionales, sino una variante de las mismas, que tienen más bien orígenes evolutivos y de naturaleza adaptativa; y que son complementarios a los otros tipos de inferencias de naturaleza deductiva. Los procesos heurísticos de resolución de problemas para la toma de decisiones, no utilizan marcos inferenciales de tipo nomológico-deductivo, sino más bien es un acumulado un tipo de inferencias hipotéticamente espontáneas, es decir son heurísticos o reglas que simplifican las decisiones a tomar. Más bien este tipo de heurísticos son un tipo de inferencias abductivas, tal y como ya lo había explicado C.S. Peirce en el siglo XIX. Las inferencias abductivas se encuentran presentes no sólo en los razonamientos de la vida cotidiana, sino en en toda actividad creativa, incluso en la investigación científica. En breve, las intuiciones no-racionalidades de Kahneman, son más bien un tipo de estrategias racionales adaptativas que simplifican la toma de decisiones frente a la incertidumbre.
Por otra parte las principales críticas exógenas, apuntan a que sus descripciones teóricas basadas en algunos experimentos controlados, no tienen la validez teórica suficiente, como para ser generalizables y estandarizables a los otros ámbitos de la economía en general y mucho menos para explicar las complejas y multidimensionales relaciones sociales de producción en un contexto político dado. En ese sentido el análisis de Kahneman, representan una típica perspectiva fragmentaria de sociedad, análoga a la de los enfoques neoclásicos de la economía y que hoy se encuentran en un camino sin salida. No es posible dar cuenta por medio de un individualismo metodológico, referido un tipo "sesgos cognitivos" que son sinonimizados como "conductas irraccionales", de los procesos del conglomerado a los que pertenezcan, sin caer en un ingenuo reduccionismo, tal que las partes dan cuenta del todo. El sistema social en su totalidad estructural, tiene propiedades que permiten su funcionamiento y que no pueden ser reducidos a sus partes de una manera tan ingenua. Por demás, se omite la dimensión histórico-social de los individuos, sus procesos de culturación relativa de cada sociedad en su contexto, el tipo de relaciones que permiten la cohesión social, así como la dimensión de las relaciones y los medios de producción como base material que condiciona indefectiblemente las creencias y conocimientos de los individuos dentro de una sociedad determinada. Mucho aclararía a los criterios de irracionalidad de Kahneman, si se incorporaran conceptos tales como: "alienación laboral", "enajenación social", "fetichización de la mercancía", que fueron explicados por K. H. Marx a mediados del siglo XIX; y otros tales como: "clase ociosa", "consumo ostensible o conspicuo" y "emulación pecuniaria" explicados por Thorstein Veblen a principios del siglos XX. De esta manera pudo haber evitado discursos sobre la irracionalidad de los agentes económicos, que se encuentran en una difusa frontera entre lo ingenioso y lo ingenuo.
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Daniel Kahneman: The riddle of experience vs. memory
Esta fue la base de la disciplina denominada como: "Economía conductal", y que siguiendo la misma tradición de los enfoques teóricos neoclásicos, ha pasado a utilizar la instrumentación neurotomográfica, para focalizar neuroanatómicamente y neurofisilógicamente, las regiones encefálicas, que podrían ser asociadas con la toma de decisiones en contextos de riesgo e incertidumbre. Esto es lo que se ha denominado como: "Neuroeconomía".
Alcances, limitaciones y críticas
No obstante, más allá de sus alcances plausibles, se le han señalado ceñeras limitaciones a las propuestas de Kahneman. Las críticas han sido de tanto de tipo endógeno y como exógeno, a sus teorías. Las críticas endógenas se orientan a que la manera en que describe los denominados como: "sesgos cognitivos", y que representan constricciones sobre las capacidades inferenciales humanas, especialmente sobre aquellas de tipo deductivo. De esto se derivó su equivalencia entre los procedimientos heurísticos, con procesos no-racionales, propios de una intuición confusa y distorsionada y como antitética a la racionalidad. Al respecto, G- Gigerenzer (On narrow norms and vague heuristics-a reply to Kahneman and Tversky(1996)) ha observado este tipo de "intuiciones" no son contrarias a las inferencias racionales, sino una variante de las mismas, que tienen más bien orígenes evolutivos y de naturaleza adaptativa; y que son complementarios a los otros tipos de inferencias de naturaleza deductiva. Los procesos heurísticos de resolución de problemas para la toma de decisiones, no utilizan marcos inferenciales de tipo nomológico-deductivo, sino más bien es un acumulado un tipo de inferencias hipotéticamente espontáneas, es decir son heurísticos o reglas que simplifican las decisiones a tomar. Más bien este tipo de heurísticos son un tipo de inferencias abductivas, tal y como ya lo había explicado C.S. Peirce en el siglo XIX. Las inferencias abductivas se encuentran presentes no sólo en los razonamientos de la vida cotidiana, sino en en toda actividad creativa, incluso en la investigación científica. En breve, las intuiciones no-racionalidades de Kahneman, son más bien un tipo de estrategias racionales adaptativas que simplifican la toma de decisiones frente a la incertidumbre.
Por otra parte las principales críticas exógenas, apuntan a que sus descripciones teóricas basadas en algunos experimentos controlados, no tienen la validez teórica suficiente, como para ser generalizables y estandarizables a los otros ámbitos de la economía en general y mucho menos para explicar las complejas y multidimensionales relaciones sociales de producción en un contexto político dado. En ese sentido el análisis de Kahneman, representan una típica perspectiva fragmentaria de sociedad, análoga a la de los enfoques neoclásicos de la economía y que hoy se encuentran en un camino sin salida. No es posible dar cuenta por medio de un individualismo metodológico, referido un tipo "sesgos cognitivos" que son sinonimizados como "conductas irraccionales", de los procesos del conglomerado a los que pertenezcan, sin caer en un ingenuo reduccionismo, tal que las partes dan cuenta del todo. El sistema social en su totalidad estructural, tiene propiedades que permiten su funcionamiento y que no pueden ser reducidos a sus partes de una manera tan ingenua. Por demás, se omite la dimensión histórico-social de los individuos, sus procesos de culturación relativa de cada sociedad en su contexto, el tipo de relaciones que permiten la cohesión social, así como la dimensión de las relaciones y los medios de producción como base material que condiciona indefectiblemente las creencias y conocimientos de los individuos dentro de una sociedad determinada. Mucho aclararía a los criterios de irracionalidad de Kahneman, si se incorporaran conceptos tales como: "alienación laboral", "enajenación social", "fetichización de la mercancía", que fueron explicados por K. H. Marx a mediados del siglo XIX; y otros tales como: "clase ociosa", "consumo ostensible o conspicuo" y "emulación pecuniaria" explicados por Thorstein Veblen a principios del siglos XX. De esta manera pudo haber evitado discursos sobre la irracionalidad de los agentes económicos, que se encuentran en una difusa frontera entre lo ingenioso y lo ingenuo.
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Daniel Kahneman: The riddle of experience vs. memory
Using examples from vacations to colonoscopies, Nobel laureate and founder of behavioral economics Daniel Kahneman reveals how our "experiencing selves" and our "remembering selves" perceive happiness differently. This new insight has profound implications for economics, public policy -- and our own self-awareness.
Daniel Kahneman: Behavioral economics founder
Daniel Kahneman is an eminence grise for the Freakonomics crowd. In the mid-1970s, with his collaborator Amos Tversky, he was among the first academics to pick apart exactly why we make "wrong" decisions. In their 1979 paper on prospect theory, Kahneman and Tversky examined a simple problem of economic risk. And rather than stating the optimal, rational answer, as an economist of the time might have, they quantified how most real people, consistently, make a less-rational choice. Their work treated economics not as a perfect or self-correcting machine, but as a system prey to quirks of human perception. The field of behavioral economics was born.
Kahneman was awarded the Nobel Memorial prize in 2002 for his work with Tversky, who died before the award was bestowed. In a lovely passage in his Nobel biography, Kahneman looks back on his deep collaboration with Tversky and calls for a new form of academic cooperation, marked not by turf battles but by "adversarial collaboration," a good-faith effort by unlike minds to conduct joint research, critiquing each other in the service of an ideal of truth to which both can contribute.
Kahneman was awarded the Nobel Memorial prize in 2002 for his work with Tversky, who died before the award was bestowed. In a lovely passage in his Nobel biography, Kahneman looks back on his deep collaboration with Tversky and calls for a new form of academic cooperation, marked not by turf battles but by "adversarial collaboration," a good-faith effort by unlike minds to conduct joint research, critiquing each other in the service of an ideal of truth to which both can contribute.
"Amos and I shared the wonder of together owning a goose that could lay golden eggs -- a joint mind that was better than our separate minds."
Daniel Kahneman
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Daniel Kahneman´s Web Site
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"Economists have suffered a collapse in credibility since the global financial crisis began. Faith in the efficiency of markets and the invisible hand is out; "behavioral economics," which stresses that humans are fundamentally irrational actors, is in. We are blind to risk; we make decisions on a whim; we prefer consuming now over saving for later. Human fallibility seems to be the perfect explanation for an unfathomable crisis. Here’s how -- after years of being considered a quaint subfield -- behavioral economics has finally stolen the limelight."
(1) Dickinson, Elizabeth (May 1, 2009) Anthropology of an Idea: 'Behavioral Economics" Calculating the cost of human foibles. In Foregin Policy. Avaivable on: http://www.foreignpolicy.com/articles/2009/04/15/anthropology_of_an_idea_behavioral_economics
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References and links:
- Amos-Tversky & Daniel Kahneman-Prospect theory an analysis of decision under risk(1979)
- Amos Tversky & Daniel Kahneman - Probabilistic Reasoning behavioral(1983)
- D. Kahneman & V. Smith-Foundations of Behavioral and Experimental Economics(2002-Nobel-Prize)
- Daniel Kahneman - Maps Of Bounded Rationality(2002)
- Daniel Kahneman-Thinking, Fast and Slow(2011)
- Gerd Gigerenzer -- On narrow norms and vague heuristics-a reply to Kahneman and Tversky (1996)
- P.B.M. Vranas- Gingerezer-s normative critique of Kahneman and Tversky(2004)
- Gerd Gigerenzer--Gut Feelings-The intelligence of the unconscious(2008)
- Gerd Gigerenzer -- Rationality for mortals how people cope with uncertainty(2008)
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